China está evolucionando hacia una economía de consumo con amplias oportunidades para que los inversionistas internacionales obtengan exposición ante los mercados de rápido crecimiento y una clase media en expansión. No obstante, los desafíos de hacer negocios en China aún existen, y se recomienda a las empresas buscar la ayuda de expertos locales antes de instalarse en el país.